

Desde la llegada del coronavirus dichoso, hemos cambiado la percepción que teníamos de los chinos. Los chinos pre-COVID-19, parecía ser el típico chino introvertido y cuando llegó la pandemia nadie los tomaba en serio. Los chinos parecen ahora los amos del mundo; envían mascarillas, tienen la producción mundial de maquinarias y los recursos y dinero que aquí parece que hemos olvidado cuidar.